El día es confuso. De pie, frente a la ventana, miro el día que congela mis manos y siento que hay algo en el viento, y en el tiempo, que está esperando por mi.
Quisiera saber de ti y de tu certeza, poder hacer verdadera la ilusión o, al menos, poder imaginar la verdad.
Son frases cortas las que brotan de mis dedos... Son tantas las preguntas que tengo que ya no sé si encontrar las respuestas bastará para calmar el vacío. Lo único que sé es que aún puedo tomarte prestado en las noches mientras mis ojos estan cerrados. Un collage del mundo que se vuelve absurdo cuando la mañana llega y el pegamento se evapora bajo los rayos de la realidad.
Quedan flotando en el aire solo pedazos del viento, por la lentitud del tiempo.
El agua baja por mi garganta, pero quisiera que hoy cayera desde las nubes. Tal vez, tu voz podría llegar a mí escondida entre el sonido de la lluvia... así como en los sueños.
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