martes, 29 de diciembre de 2020

Miedos



Me provocas muchos miedos, pero al mismo tiempo me causas mucha paz.
Y quiero explicarte por qué. 

Verás, la vida no me ha tratado bien. He sido el pañuelo de muchos y me han dejado atrás sin dudar cuando más los he necesitado. 
He enterrado a personas que he amado con cada fibra de mi ser y desde entonces no he vuelto a abrir mi corazón a nadie. Aunque por supuesto que he cogido cariño a los que han ido entrando en mi vida, pero ninguno se quedó demasiado tiempo. 
Y decidí vivir creyendo que podía seguir adelante sin abrirme demasiado a la gente, que con los cuatro amigos de siempre estaría todo bien. Qué a largo plazo, llegaría a ser madre por mi cuenta y que no necesitaba tener a ningún compañero a mi lado. 
El plan funcionaba bien en mi cabeza y estaba decidida, solo tenia que organizar un poco mi vida y a la larga todo llegaría. 
Pero la pandemia paró el mundo a nuestro alrededor, volviendo todo patas arribas. Sin embargo, no dejo de pensar que ha sido el mejor año de mi vida.
He acabado mis estudios principales, me ha unido y hecho valorar a mi familia mucho más. 
He descubierto música que jamás creí que llegaría a escuchar, leído libros que tenia pendiente, escrito mucha poesía y visto películas que siempre dije "ya las veré". 
He trabajado en dos sitios al mismo tiempo y sacado adelante una casa, demostrándome que soy mucho más capaz de lo que creía. 
Me ha dejado claro quienes son amigos de verdad, quien estaba por interés y que muchos que juraban quererme con locura, poco les ha importado mi existencia estos últimos meses y más mi próxima partida. 
La distancia social y la cuarentena hizo que entrara en aquella página. Es ahí cuando apareces tú. Con tu sonrisa, tu enorme corazón partido que tanto anhelo cuidar y que tanto miedo me causa a partes iguales. 
¿Sabes ese dicho de "Un clavo quita otro clavo"? 
No quiero ser ese clavo de prueba, no quiero volver a ser el pañuelo desechado a la primera. No quiero recibir una mirada de indiferencia otra vez. No quiero recomponer el puzzle, y quedarme sin el cuadro.

No buscaba nada, pero quiero pensar que encontré el todo contigo.
Deseo saber cuál es el camino que se abre ante nuestros pies, por donde nos llevará la vida, disfrutar de las pequeñas cosas, de las grandes, cumplir sueños y metas. Reír mucho y llorar menos, ser tu puerto y ancla, luchar contra viento y marea, pero siempre de la mano, formando un equipo. Averiguar si todas las imágenes que he llegado a imaginar se acaban convirtiendo en realidad.

Y todo esto, al mismo tiempo que me provoca miedo, me causa paz. Porque este solo es el prologo de una gran aventura.  

1 comentario:

  1. Hola Jun!!! Ya estoy por aquí 💗 creo que esos miedos todos el mundo los sientes algunos con más intensidad que otros y el tema de la cuarentena acrecentó bastante 😞 pero muchos ánimos que todo terminará algún día.

    Un besote desde Plegarias en la Noche

    ResponderEliminar