martes, 6 de febrero de 2018

Ya no hay nada que celebrar...

Ese 16 de Octubre dejaste de cumplir años, pero no puedo evitar acordarme de que hoy deberías estar con la cara cubierta de nata, abriendo regalos y besando mis labios, antes de pedir un deseo a esas veintiocho velas que tendrías que estar soplando.

Jugando con tus sobrinos, abrazando a tu gemelo y sonriendo a tus padres.
Y es que ese día, no solo tú dejaste de cumplir años, tu hermano dejó de celebrarlos. 
Ya no hay tartas ni felicitaciones ni abrazos y mucho menos sonrisas, solo queda un hueco vacío más a la mesa, acompañado de discretas lágrimas recorriendo las mejillas de aquellos que un día te quisieron y que a día de hoy lo seguimos haciendo. 

Felices eternos 23 años, mi amor.
영원히 사랑한다.

No hay comentarios:

Publicar un comentario